Mittwoch, 23. Juni 2010

Tema 6. Cortesía. La cortesía como norma universal con diferentes manifestaciones en las lenguas.

Los primeros estudios sobre cortesía dijeron que hay códigos universales pero en realidad existen enormes diferencias entre las culturas. Hay lenguas que usan forams bastante directo y otras que usan formas muy indirecto. En algunas lenguas eslavas está común pedir directo por una cosa porque si preguntas “¿Puedes pasarme la sal?” el interlocutar va a interpretarla como pregunta real. Entonces no entiende el sentido porque sabe que está capaz de seguir esa acción. En alemán y también en español esa pregunta sería una petición y un locutor la entiende.
Sólo cuando un hablante conoce las fórmulas precisas y las condiciones del uso se produce una interacción sin malentendidos. Como extranjero puede ser muy difícil comunicar de manera adecuada con los hablantes nativos. Es lógico que usas las fórmulas que conoces pero pueden ser malentendios o puede producir el efecto contrario en el oyente que se siente ofendido. Cuando estás en Tailandia y preguntas a una persona si puede hacer una cosa para tí se va a enfadar mucho porque se entienden una pregunta como ofensiva. Tienes que decir “Ayúdeme a coger la sal.” Para las lenguas románicas o germánicas eso sería un orden real y no lo entenderían con el sentido correcto. En israelí la gente pregunta de forma cortesa "Está usted listo para llevarme a casa" para decir si la otra persona puede hacerlo pero un español lo entiende como una obligación.
Cada país tiene preferencias diferentes de expresar peticiones. El acto de habla tiene varios enunciados, como por ejemplo cuando se quiere disculparse. Una disculpa puede consisitr de cinco partes: la expresión de la disculpa, la aceptación de la responsabilidad, la explicación, la oferta compensatoria y un promeso de no volver a repetir esa cosa. Para hacerla convincente, tiene que usar al menos dos o tres partes. En japonés la gente sólo usa la expresión de la disculpa pero eso debe ser repetido varias veces, dependiente del grado de la falta cometida.
Las fórmulas para saludarse son muy distintos en las culturas diferentes. Tanto en inglés como en español te preguntan para saludarte “Hola.¿Qué tal?” pero yo como alemana cuando estuve en los Estados Unidos siempre me parecía raro que toda la gente quería saber como me siento hasta que supiera que sólo es una fórmula del saludo. En alemán tienes que responder a esa pregunta porque la gente realmente quiere saber como estás. Pero tenemos algo similar a lo de español de “Hola. ¿Qué hay?” El chino tiene una fórmula muy especial para saludarse que es la siguiente: “¿Ha cenado usted?” y la respuesta es “Sí he sido tan egoísta.”

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